El origen de este relato comienza a tomar cuerpo tras la sugerencia, de quien conoce bien mi afición por la historia, sobre la posibilidad de un recorrido por los avatares bélicos protagonizados a lo largo de los tiempos, a veces heroicos y ruines otras veces, por nuestros pueblos y ciudades y los protagonistas que los vivieron o los provocaron.
Sin pensarlo dos veces y a pesar del conocimiento de lo inconsistente de mi escritura, en un acto totalmente irreflexivo, me puse manos a la obra para descubrir que el devenir de nuestra España no es otra cosa que una continua batalla con breves treguas para equilibrar su demografía.
Pido perdón a cuantos puedan sentirse molestos o ignorados por su ausencia en estas páginas, que dada la disparatada extensión del tema a tratar seguro que son legión, si bien espero que los hechos y enfrentamientos que fueran determinantes en el devenir de nuestro recorrido histórico estén puntualmente recogidos.