El 2 de junio de 1808, el mariscal Bessieres, que tenía asentado su cuartel general en Burgos, decide enviar seis batallones y 200 caballos con el fin de apaciguar la insurrección de Santander, expedición que tuvo que regresar a su base para unirse al general Lasalle, que había partido desde la capital el día cinco al mando de otros cuatro batallones y setecientos caballos hacia Valladolid, dejando desguarnecida la ciudad, provocando la llegada del ejercito de Extremadura, compuesto por 18000 hombres, distribuidos en tres divisiones al mando del joven Conde de Belveder, nombrado por la Junta Central para reemplazar a José Gallizo, que fiando en algunas favorables escaramuzas iniciales, ordena descanso a los oficiales de la segunda división, considerando suficiente a la primera para rechazar un hipotético ataque francés, ignorando tanto la superioridad del adversario como la endeblez de sus propias fuerzas.
Al amanecer del 10 de noviembre, el general Lasalle, al frente de la caballería francesa estaba ya en Villafria, a tres cuartos de legua de Gamonal, donde esperaba la división de Belveder mandada por Fernando María de Alos, que una vez iniciada la contienda es rechazado por Lasalle, viéndose obligado a replegarse hasta Gamonal, mientras el resto del ejército español que había acudido en su ayuda, es igualmente derrotado, siendo los soldados fugitivos acuchillados por la caballería de Bessieres, que se apodera de toda la artillería penetrando después en la ciudad que fue sometida al consiguiente pillaje, mientras Napoleón, ya en España, sentaba en Burgos su cuartel general, para el 12 de noviembre, revistadas las tropas y después de decretar un perdón general con condiciones, partió hacia Madrid dejando en Burgos a su hermano José.
La antigua población de Gamonal del Rio Pico, incorporada como barrio a la capital desde 1955, cuenta para visitar por el viajero con el templo de Nuestra Señora la Real y Antigua de Gamonal, la ermita de La Virgen de Oca o los monumentos al Donante de Sangre y a Juan XXIII, para recorrer después el resto de los muchos lugares que nos ofrece la capital, situada en la Comunidad Autónoma de Castilla y Leon, cuya fundación como tal fue llevada a cabo por el conde Diego Rodríguez Portelos en el año 884 a orillas del rio Arlanzon, empezando por la Plaza del Rey San Fernando, donde está enclavada La Catedral de Santa Gadea, comenzada a edificar en 1221, y donde según la leyenda El Cid exigió juramento al rey Alfonso VI, siguiendo por el Monasterio de Las Huelgas, construido entre los siglos XII y XIII por Alfonso VIII como lugar de retiro espiritual de las damas de la nobleza, conjunto compuesto por la Iglesia, el Monasterio y la Zona de Clausura, para continuar por las Murallas y el Castillo, levantado en el Cerro de San Miguel con su bonito Parque de Recreo , siguiendo después por el Arco de Santa María, una de las antiguas 12 puertas de acceso con que contaba la ciudad, asi como por el Museo de la Evolución Humana y los palacios conocidos como las Casas de Iñigo Angulo, Miranda y Melgose, que se reparten los fondos del Museo de Burgos, para después relajarse por El Paseo del Espolón en el centro de la ciudad y el Parque la Isla, en la margen derecha del Arlanzon.
Terminado el recorrido por la capital, ya fuera de la población, es de especial interés la visita a las instalaciones del Parque Arqueológico de Atapuerca, además de la Cartuja de Miraflores y el Monasterio de San Pedro de Cerdeña, situados a 3 y 10 Km. respectivamente, para después, con la asistencia de un mapa, visitar los bellísimos pueblos de la provincia como Frías (80 km.) y Puentedey (87) en la comarca de Las Merindades, Peñaranda de Duero (94) y Caleruega (95) en la de la Rivera, Covarrubias (42) en la del Arlanza, Orbaneja del Castillo (67) en la de Los Paramos, o Sasamon (39) y Villanueva de Odra (51) en la comarca homónima.