El hecho se trató de un enfrentamiento bélico ocurrido en esa población vallisoletana en los inicios de la contienda napoleónica en España el 12 de junio de 1808.
Los ecos del 2 de mayo madrileño produjeron una gran reacción en la provincia de Valladolid donde el partido fernandino ocupaba los puestos de poder tras el Motín de Aranjuez. El primero de mayo, el Capitán General-Presidente García Cuesta, que sabe que debe organizarlo todo con la mayor celeridad posible, dado que el cuartel general francés se halla situado en Burgos, procede al alistamiento forzoso, sin distinción, entre los varones de 17 a 40 años así como a proporcionar cuadros militares para el adiestramiento de los novicios, mientras procedía acto seguido a la creación de la Junta de Armamento y Defensa de Valladolid.
La noticia del alzamiento de Valladolid fue recibida en Burgos la noche del 4 de junio, y ante el evidente riesgo de bloqueo de la ruta militar y de postas entre Francia y Madrid, el mariscal Bessieres decidió desviar las tropas de los generales Merle y Lasalle, que coincidieron en Dueñas el 11 de junio listos para encarar al enemigo, del cual, tras los combates de Torquemada y Palencia, tienen ya una idea cabal de su potencia.
Al corriente del avance de los franceses, Cuesta saco a la tropa de la ciudad los días 9 y 10 de junio, desplegándola entre el puente de Cabezón, sobre el rio Pisuerga, y el camino hacia Burgos, donde acampaban ya las tropas napoleónicas.
Una vez aposentados sus efectivos, llevado por el entusiasmo de sus hombres, Cuesta decidió pasar el puente y atacar al enemigo, que les doblaban en número, siendo aplastados por la veterana caballería de Lasalle, que provoco la desbandada entre los nuevos reclutas a la que se uniría el propio Cuesta, que hubo de retirarse hacia Valladolid, que sería ocupada inmediatamente, misma suerte que correría a los pocos días la ciudad de Santander.
Concluida la batalla, el vecindario de Cabezón y de los municipios del área (Santovenia, La Overuda, Cigales) fueron saqueados, despertando de igual modo el instinto carroñero entre los civiles, y los expoliadores recorrieron el campo de batalla recogiendo fusiles y armas blancas entre los despojos, mientras no hubo tanta prisa en el entierro de los cadáveres, que no se efectuó hasta el día 17, mientras semanas después seguían localizándose cuerpos en los márgenes del Pisuerga.
Por su parte, el general Cuesta se dirigió con el resto de las tropas supervivientes a Benavente, donde se le unieron los reclutas locales, los leoneses y el Regimiento Asturiano de Covadonga, además del ejercito de Galicia comandado por Joaquín Blake, agrupamiento que daría lugar a la batalla de Medina de Rioseco que se libraría el 14 de julio de ese mismo año.
Cuando todavía no se habían recuperado del desastre de 1808, los habitantes de Cabezón se vieron gratamente sorprendidos por la llegada de la vanguardia aliada a la que se uniría el día 26 de octubre el resto del ejercito con Welington a la cabeza, situación que supuso para aquella gente una gran inyección de moral, pero finalmente, tras unos intrascendentes escarceos de tanteo, los franceses descendieron por el Pisuerga con la intención de cruzar el Puente Mayor de Valladolid, y Wellington, que ya no encuentra ningún motivo para permanecer en Cabezón, levanta sus reales e inicia la marcha hacia la capital, no sin antes volar el tercer arco del puente con el consabido disgusto de los naturales, que reparado con tablones aun tardaron cuarenta años en verlo definitivamente terminado, tal como lo encontramos hoy en día.
Cabezón de Pisuerga es un municipio de la provincia de Valladolid, enclavado en un paraje dominado por el cerro o cabezo de Altamira y dividido en dos por el rio Pisuerga perteneciente a la Comunidad Autónoma de Castilla y Leon, donde debemos visitar la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción de la primera mitad del siglo XVI, el Monasterio de Palazuelo, fundado en el siglo XIII por la Orden del Cister, reformado en el XV y nuevamente en restauración, además de algunos vestigios de un antiguo castillo medieval, o bien practicar senderismo recorriendo la Senda de los Cortados.
Fuera ya de la población, en un circuito de muy pocos Km. se pueden visitar los lugares de Cigales a 7 Km., Corcos del Valle (12), Mucientes (13), Renedo de Esgueva (14), Quintanilla de Trigueros (15), o Valoria la Buena (16), para terminar en la capital, a 17 Km de la partida, donde no han de faltar rincones a visitar.