1808  TUDELA (Municipio de Navarra)

Enfrentamiento disputado el 23 de noviembre de 1808 en los alrededores de la población cuyo resultado fue la completa victoria del ejército francés, al mando del mariscal Lannes, sobre las tropas españolas mandadas por el general Castaños.

Tras una serie interminable de reuniones, opiniones encontradas y diversos avatares, al filo de la media noche del día 22 se recibían los primeros avisos de que las tropas francesas habían tomado ya las poblaciones de Corella y Citrueñigo, por lo que al día siguiente, con los primeros rayos de luz, comenzaron a cruzar el puente sobre el Ebro las fuerzas españolas del ejercito de reserva, compuestas en su mayoría por aragoneses además de algunos voluntarios navarros equipados a la buena de Dios, con más ardor que disciplina y más aspecto de pueblo en armas que de un ejército regular, mientras el mariscal Lannes, que no perdía el tiempo, se acercaba ya a las inmediaciones de la ciudad desde los Montes del Cierzo, extrañado de no encontrar ningún tipo de resistencia y de que el enemigo no apareciera por ninguna parte, mientras que simultáneamente las tropas españolas arreglaban como podían el “trafico” de soldados, carruajes, cañones y caballería, escuchándose ya por las calles de la población los primeros estruendos de cañones y fusilería del ejército francés, lo que puso fin a las disputas entre Castaños y Palafox, adoptando a toda prisa las disposiciones defensivas, pero aun asi, después de un sinfín de movimientos tácticos y escaramuzas varias sin ningún sentido, en medio de continuas disensiones, Palafox abandono Tudela en las primeras horas del combate en la calle, y a bordo de una barca se dirigió a Zaragoza como si presintiera que allí le aguardaba la gloria que en Tudela no iba a poder encontrar.

Ante el nuevo avance del enemigo, que colocaba al ejército aragonés de Cabezo de Malla ante el peligro de ser envuelto por las tropas francesas, entre las dos y las tres de la tarde, acompañado del estado mayor y su escolta, en una decisión tardía como todas las tomadas en la contienda, Palafox marchaba hacia Cascante cuando fue acometido de improviso por un grupo de jinetes franceses, obligando a él y a sus acompañantes a buscar cobijo en un olivar cercano, donde un grupo de su escolta llegado a caballo hasta el lugar, le informaba de que las defensas del castillo huyen en desbandada por la carretera de Zaragoza y de que el francés era ya dueño de Tudela, mientras iban llegando hasta el olivar los primeros dispersos de la división Roca, el propio Castaños, iracundo ante la deserción de aquella muchedumbre que hasta donde alcanzaba la vista se veía correr en el más deplorable desconcierto arrojando sus armas, en el trance más amargo de su existencia, se vio envuelto en la avalancha de la retirada, para finalmente, escondiéndose a ratos, pudo acogerse ya de noche, a la protección de Borja, donde se le unirían Roca, Caro y O’ Neille.
Tras el final de la batalla de Tudela, cuya culpa podrían repartirse entre Castaños, La Peña, Grimarest, Roca y Palafox, todos ellos se vieron obligados a defenderse ante sus mandos políticos, tratando cada cual de eludir su responsabilidad en el desastre, siendo la verdad que todos tuvieron su parte en el revés sufrido, desde el Estado Mayor, sus mandos intermedios y la misma tropa.

Tudela es un municipio de la Comunidad Foral de Navarra, situado al sur de la provincia en la misma desembocadura del Querlos, centro económico y comercial de La Comunidad.

Después de girar una visita a los tres cerros en las estribaciones de Canrasco, frente a Tudela, empezamos el recorrido a la población por la Plaza de Los Fueros, los palacios del Marques de Huarte, del Marques de San Adrián y el Palacio Decanal con los Museos de Tudela, asi como el Museo de Arte Moderno Muñoz Sola, y la Torre Monreal con su Cámara Oscura, para continuar por los edificios de culto como La Catedral de Santa María de Tudela, antes mezquita mayor, compartiendo la Plaza Nueva con el Ayuntamiento, El Sagrado Corazón de Jesús y la Iglesia de Santa María Magdalena, siguiendo por La Judería, el Mercado de Abastos y el Puente sobre El Ebro, para ya fuera del casco urbano, acercarse hasta El Desierto y la Cueva de Las Bardenas Reales, espacio semidesértico en el que destacan las peculiares formas creadas por la erosión del viento y las lluvias y el recinto amurallado de Rada, a 26 Km. de la población, para desplazarse después en una ruta por las poblaciones de Cascante, a 13 Km., Marchante (14), Cabanillas (14), Monteagudo (17), Olite (52), Tafalla (59), Estella (90), Sangüesa (91), y Navarra, la capital a 94 Km.