El enfrentamiento, que tuvo lugar en el contexto de La Guerra de la Independencia es especialmente importante por la cercanía a los hechos sucedidos en las batallas de Valdepeñas (1808), en la de Bailen, en julio de ese mismo año, y en otros enfrentamientos menores.
El 26 de marzo de 1809 llego hasta Ciudad Real la noticia de la proximidad del ejército francés dispuesto a vengar la derrota de Bailen empezando por perseguir a los restos de las tropas españolas que les hacían frente como buenamente podían. En un panorama totalmente desigual, se enfrentaban, de un lado, el ejército imperial francés con lo mejor de sus efectivos de choque de Europa, destacando su excelente caballería de lanceros polacos al mando del general Sebastiani, y de otro, lo que quedaba del ejército español derrotado en Uclés y Consuegra, formado por tropas desmoralizadas y un armamento anticuado e insuficiente al mando del conde de Cartaojal, que había situado su cuartel general en Ciudad Real y desplegaba su caballería por las poblaciones de Daimiel, Torralba de Calatrava y Carrión de Calatrava, alojando a la infantería en las cercanías de Valdepeñas.
Finalmente, el 27 de marzo de 1809 tuvo lugar el enfrentamiento entre ambos contendientes junto al Guadiana a la altura del Puente Noalla, donde tras envolver los lanceros polacos los flancos de las fuerzas españolas, la infantería francesa, con una evidente superioridad numérica, desalojo a las deprimidas tropas españolas que defendían el puente, forzando al general español a replegarse con sus efectivos hasta Visos del Marques, en una huida precipitada con el coste para la tropa de unas perdidas entre muertos, heridos y desaparecidos de cerca de 2000 soldados, mientras alrededor del mediodía, los soldados imperiales entraban en Ciudad Real que sería ocupada por las tropas francesas hasta 1813.
Ciudad Real es una ciudad capital de la provincia homónima perteneciente a La Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha dentro de la región histórica de La Mancha en la comarca natural del Campo de Calatrava.
Comenzamos el recorrido por La Plaza Mayor donde se encuentra el actual Ayuntamiento, levantado en 1976 y cuya edificación no estuvo exenta de polémica para continuar con las visitas a la catedral de Nuestra Señora del Prado con sus bellos jardines adyacentes, las iglesias de San Pedro, y Santiago, del siglo XIII, los conventos de Las Carmelitas Descalzas, de Las Mercedarias, el Pórtico del Convento de Nuestra Señora de Altagracia de las Dominicas, donde antes se encontraba la Puerta de Santa María en la muralla medieval de la ciudad, asi como la ermita de Alarcos dentro del Parque Arqueológico, sin olvidar La Puerta de Toledo, La Casa del Arco, sede del primer Ayuntamiento de la ciudad hasta 1866, la nueva Casa Consistorial en la Plaza Mayor, El Casino, sede del Conservatorio hasta 2007 y El Hospital de la Misericordia, hoy sede del Rectorado de la Universidad de Castilla-La Mancha prosiguiendo la ruta por el Palacio de La Diputación Provincial , el de Medrano con su bella fachada y elegante patio columnado o los museos de Ciudad Real, Diocesano o el de Elisa Cendrero, para pasear después tranquilamente por los Jardines del Prado y los parques que jalonan la ciudad como los de Gasset, con sus amplios paseos y sus fuentes repartidas por todo el recorrido, asi como los de El Pilar, Juan Pablo II, Reina Sofía, Antonio Gascón, Los Poetas, Obispo Echevarría y College Station ya en la zona norte.
Ya fuera del casco urbano, resulta interesante la visita al Parque Arqueológico de Alarcos a 8 Km., además de un recorrido por alguno o algunos, según el tiempo disponible, de los pueblos más bonitos de la provincia, como Almagro, a 30´8 Km., Daimiel (31), Manzanares (59), Valdepeñas (64), Argamasilla de Alba (83), Tomelloso (92), Alcázar de San Juan (95), Villanueva de los Infantes (101), Campo de Criptana (106), Ruidera a 108 Km. de la capital.