Después de la muerte de Fernando VII el 27 de marzo de 1833, los ejércitos formados en Álava, Guipúzcoa y Vizcaya aceptando como comandante supremo a Tomas Zumalacárregui, siendo su modo de combatir la táctica de la guerrilla, sin conseguir hasta finales de abril de 1835 tener posesión de localidad alguna en el territorio donde actuaba. Pero la abrumadora victoria obtenida en Artaza, obligo al ejército isabelino a retirarse a la orilla sur del rio Ebro y a recluirse en Bilbao, Pamplona, San Sebastián y Vitoria, lo que supuso que las tropas de Zumalacárregui ocuparon en seis semanas casi la totalidad de las provincias de Vizcaya, Álava y Guipúzcoa, convirtiéndose Vitoria en una isla isabelina en territorio carlista.
Al amanecer del 16 de marzo de 1834, en un dia de niebla, 3500 hombres y 200 caballos salen de Otazu donde han pasado la noche acampados con dirección a Vitoria, y tras ocupar los altos de Santa Lucia inician el asedio a la capital por sus cuatro puertas, defendidas por la recién creada Milicia Urbana mientras se encuentran acuartelados otros 700 soldados de infantería y 136 de caballería mandados por el mariscal Joaquín de Osma. El combate se extiende rápidamente al centro urbano, y las vanguardias llegan a la Cuesta de San Francisco ocupando algunas casas de la calle Herrería, pero los “adictos” que esperaba el general carlista en el interior de la guarnición no aparecieron por lado alguno, y ante las noticias de la llegada de un ejército que venía desde Miranda al mando de Espartero, Zumalacárregui renuncia a sus intenciones y abandona la ciudad por donde ha venido.
Tras este fracaso, Zumalacárregui decidió marchar a Vizcaya con la proposición de tomar Bilbao, donde moriría a causa de las heridas sufridas como consecuencia de un disparo.
Vitoria es una población situada en la parte sur del País Vasco en el centro de la provincia de Álava de donde es su capital, además de la sede oficial de La Comunidad Autónoma.
Después de recorrer los muros defensivos de la vieja Vitoria, de los que solo se conservan algunos tramos con sus calles estrechas y sombrías, sin contar ya con las Casas Fuertes de Los Nanclares, Los Soto, y Los Avendaño, derribadas entre 1854 y 56 a consecuencia de una epidemia de cólera y que daban acceso a las calles de Correría, Zapatería y Herrería, y que servían para proteger a cada gremio barrial de la población, mientras a la entrada de la Actual Plaza de la Virgen Blanca nos encontraríamos con el Portal de Santa Clara que estaba unido por la muralla al Convento de San Antonio, también derribado como parte de un ensanche que fue dando paso a la Vitoria actual, siguiendo la visita por La Casa del Cordón con su puerta de entrada de pequeñas dimensiones que obligaba a la realeza y a la clase nobiliaria a inclinar su cabeza para entrar en ella, la Plaza del Machete, el portalón de la antigua Casa de Postas hoy restaurante, o la Torre de Las Andas, la más antigua de Vitoria, para continuar por El Parlamento Vasco, la catedral gótica de Santa María (Catedral Vieja) o la nueva catedral de María Inmaculada, el Museo de Artium, la Plaza de La Virgen Blanca o la estatua dedicada al escritor Kent Follett, sin olvidar La Ruta de los Graffitis, el Palacio de Escoriaza Esquivel en el casco medieval de la ciudad, la calle de La Cuchillería, la Plaza de Los Fueros y la d Los Machetes, donde se llevaban a cabo las ejecuciones de los condenados a muerte, para relajarnos de tanta visita en el Parque de La Florida o con un recorrido por El Anillo Verde, donde perdernos por sus senderos con unas vistas de enorme valor ecológico.
Terminada la visita urbana, seguiremos el recorrido por los enclaves de Salvatierra a 29 Km., Añana (35), Amurrio (38), Arturi (42), Labastida (47) y Laguardia a 48 Km. de Vitoria.