Enfrentamiento sucedido entre las fuerzas carlistas de Zumalacárregui y las isabelinas de Joaquín de Osma en las cercanías de Vitoria el 28 de octubre de 1874 en el ámbito de la Primera Guerra Carlista.
El 21 de octubre de 1834, siete meses después del sitio de Vitoria, llego al cuartel isabelino al mando de Joaquín de Osma, comandante general de las provincias vascas, la noticia de que el ejército carlista de Zumalacárregui había abandonado Navarra y cruzado el Ebro a la altura de Cenicero, disponiendo rápidamente él envió de la división de Manuel O’Doyle, acantonada en Vitoria, con la consigna de cortarle la retirada, perseguirle únicamente en territorio alavés y volver a Vitoria por Maeztu y Alegria de Álava, pero sucedió que la tropa isabelina no encontró a Zumalacárregui, que ya de vuelta de la expedición a la Rioja estaba acampado en el valle de La Berrueza, en Navarra, donde supo de la división del ejército de O’Doyle, que quedaría en Alegria con el primer Batallón de la Reina, El Primero de África, una sección de caballería y dos piezas de artillería de montaña, por lo que poniéndose rápidamente en marcha, alcanzo para llegar el dia 27 a poca distancia de La Alegria, e iniciar rápidamente la distribución de sus efectivos.
A las cuatro de la tarde de ese mismo dia, tras el abandono de O’Doyle de esa posición en dirección norte, hábilmente desviado de su recorrido por Zumalacárregui, que le había tendido una emboscada en los bosques de Chinchetru, la tropa isabelina fue completamente derrotada poniéndose a salvo unos 250 soldados que junto con sus jefes consiguieron llegar a Arrieta encerrándose en su iglesia. Enterado del desastre de Chinchetru, Osma, tras organizar una fuerza dirigida por el mismo, parte inmediatamente en su socorro llegando sobre las dos de la tarde al alto de Quilchano, desde donde divisa al enemigo formado transversalmente en la hondonada, y tras un primer ataque que es rotundamente rechazado, se retira siendo perseguido hasta su llegada de nuevo a Arrieta, donde Zumalacárregui, que conoce perfectamente la orografía del terreno, se percata inmediatamente de la pésima formación del enemigo, y mientras el ala derecha isabelina, formada en la hondonada, apenas había entrado en combate, la izquierda quedaba envuelta por el enemigo iniciándose una desbandada que se contagia al resto de la tropa que comienza a retirarse ordenadamente, siendo a pesar de todo severamente castigados.
Sobre la base de los partes de Zumalacárregui, de Osma y principalmente del gobernador de Vitoria, que vio salir y volver a la tropa derrotada, la acción en la hondonada, cerros y cuesta, había tenido apenas una hora de duración.
En nuestro camino al lugar de los hechos, al que se llega saliendo de Vitoria por el antiguo Camino Real, nos encontramos a unos 12 Km. con el Alto de Quilchano en una cañada en los Cerros de Dallo, donde desagua en el Zadorra un pequeño arroyo, se encuentra la Venta de Echevarri, lugar donde paraban los carreteros para engrasar los frenos de sus carruajes y reponer fuerzas e intercambiar noticias.