Aunque en Melilla gobernaba el Frente Popular, las posibilidades del gobierno de Madrid frente a una intentona golpista eran mínimas, dado que la mayoría de oficiales de la guarnición estaban con la conspiración militar a excepción del general Romerales y que los trabajadores españoles en Marruecos no disponían de armas en caso de que estallara una rebelión militar.

En la mañana el 17 de julio los conspiradores, en una reunión celebrada en la sala de la Comisión Cartográfica de la guarnición para ultimar los planes, Juan Seguí, jefe local de La Falange y líder de la sublevación en el Marruecos Oriental, comunico a los asistentes el momento en que comenzaría la sublevación: 5 de la mañana del 18 de julio, pero informado en el último momento por el falangista Álvaro González, el general Romerales enviaría al comandante Zarco con la orden de rodear el edificio con soldados y guardias de asalto, sorprendiendo totalmente a los conjurados allí reunidos, por lo que el coronel Darío Gazapo, tras una breve conversación con Zarco, contactaba inmediatamente con una unidad de La Legión para que acudiera en su auxilio, mientras el general Seguí, otro de los conspiradores, se dirigia al despacho de Romerales entrando allí pistola en mano, para acto seguido declarar el Estado de Guerra ocupando todos los edificios públicos de Melilla en nombre del general Franco, que a la sazón aún se encontraba en Canarias sin haber decantado definidamente su posición, mientras ya en la noche del 17 los sediciosos habían ejecutado a 189 personas entre civiles y militares, siendo el triunfo de las milicias sublevadas en Melilla el prólogo del comienzo de La Guerra Civil Española.

Melilla, antigua Rusadir, es desde 1995 una ciudad autónoma española situada en el norte del continente africano frente a la costa meridional de la Península Ibérica a orillas del mar Mediterráneo, limítrofe con la región marroquí del Rif.

Dentro de la ciudad debemos recorrer en primer lugar Melilla la Vieja, ciudad amurallada dividida en cuatro recintos fortificados, visitando en el primero de ellos el Frente de Tierra y el de Trapana, asi como la Puerta de la Marina y los hospitales de San Francisco y del Rey, pasando al situado en el Istmo con el Foso del Hornabeque, la Puerta de la Victoria y los baluartes de San Pedro Alto y el de Las Cinco Palabras ya en el tercer recinto, para visitar en el cuarto la Fuente de la Victoria Grande asi como los monumentos escultóricos a los héroes locales y a los del régimen franquista además de las plazas de España, Menéndez Pelayo y la del Comandante Benítez, amén de una buena cantidad de templos cristianos, mezquitas musulmanas y sinagogas hebreas, para después de comer en La Paella o La Olla Gitana si se prefiere cocina española, pasear por El Parque Hernández, el más importante de Melilla, el de Lobera, el Parque Forestal Juan Carlos I Rey o el de Agustín Jerez.

Una vez visitada la ciudad, se puede acceder, previa presentación de pasaporte, a las poblaciones marroquíes de Nador a 16 Km., Berkan (100) y Oujda a 116 y próxima al Valle del Mulaya, o contratar algún tipo de excursión en 4×4 por el Sahara a contratar en cualquiera de las muchas empresas al efecto.