Por este nombre se conoce al conjunto de enfrentamientos que tuvieron lugar a lo largo de la línea defensiva establecida en los ríos Segre y Noguera Pallaresa entre abril de 1938 y enero de 1939.
Después de los arrolladores avances del ejército franquista durante la Ofensiva de Aragón, la mayor parte de Cataluña todavía resistía a las tropas sublevadas, siendo el 7 de marzo de 1938 cuando efectivos franquistas romperían las líneas republicanas en el frente de Aragón, dando lugar a una avalancha militar que termino con la entrada en territorio catalán durante los primeros días de abril.
Tras el desastre republicano en Aragón, se había llevado a cabo una completa reorganización en el Ejercito del Este, en parte con fuerzas procedente de nuevas levas y en parte por el armamento soviético que estaba entrando por la recién abierta frontera francesa, por lo que Vicente Rojo, jefe de Estado Mayor había planificado una ofensiva republicana en la zona de Balaguer con el propósito de conquistar la cabeza de puente sobre el Segre, a la vez que probar la capacidad de las nuevas fuerzas puestas en combate, sucediendo que después de numerosos enfrentamientos entre los meses de mayo a diciembre, la víspera de Nochebuena de 1938, las tropas franquistas en un ataque sobre las líneas republicanas del sur del Segre, que rompían el frente ese mismo dia, dando comienzo la largamente esperada ofensiva sobre Cataluña.
Con el fin de evitar una penetración masiva por parte de los atacantes, la Republica envió al 5º Cuerpo de Ejército bajo el mando de Enrique Lister, que durante 12 días evito que las tropas franquistas penetraran por el vértice de los ríos Ebro y Segre, pero finalmente, el dia 3 de enero, un ataque de las tropas alemanas forzaría la retirada republicana en un sector del Segre, mientras ese mismo dia, varios kilómetros más al sur, las divisiones marroquíes de Yague lograrían cruzar el Ebro y establecer varias cabezas de puente, y en el norte, los cuerpos de ejército de Muñoz Grandes y García Valiño apoyados por Moscardo, atacaban la localidad de Artesa de Segre, importante centro de comunicación de la retaguardia republicana, y un último y masivo asalto de los tanques italianos de los Cuerpos de Tropas Voluntarias (CTV), obligaba a Lister a la retirada del 5º Cuerpo e Ejercito de todo el frente, con lo que se asentaba la conquista de Cataluña y llegaba a su fin la llamada Batalla del Segre.