Catalunya para sus naturales, es una Comunidad Autónoma considerada Nacionalidad Histórica, situada en el noroeste de la Península Ibérica, formada por las provincias de Barcelona, Tarragona, Lérida y Gerona, siendo la primera su capital.

Los acontecimientos, también conocidos como Batalla o Campaña de Cataluña, fueron un conjunto de operaciones militares que se desarrollaron en territorio catalán entre diciembre de 1938 y febrero de 1939 en el marco de La Guerra Civil Española y que se saldaría con la victoria de las tropas franquistas, cuyos mandos decidieron como primera medida partir la zona republicana en dos, dejando al sur las provincias de Valencia, Alicante, Murcia y algunas de Castilla la Nueva, quedando en el norte parte de la provincia de Tarragona y la totalidad de las de Barcelona y Gerona, dejando desde entonces a Cataluña completamente aislada y con pocas posibilidades de recibir ayuda y refuerzos.

Tras la batalla del Ebro (25-7-1938), las tropas franquistas habían desgastado gravemente a los ejércitos republicanos acantonados en Cataluña, a lo que hay que añadir la retirada de Las Brigadas Internacionales en el mes de octubre, que si bien resultaban ya muy escasas en número si eran experimentadas en la lucha, siendo ambos acontecimientos sumados a las malas condiciones en que se encontraba la aviación con un tercio de sus aparatos incapaces de operar en combate, hacían de la coyuntura una situación muy favorable a sus expectativas, postergado el ataque como consecuencia del mal tiempo hasta el 23 de diciembre de 1938, cuando las tropas franquistas comenzaron la ofensiva a lo largo del rio Segre rompiendo el frente ese mismo dia, siendo detenidos por el 5º Cuerpo de Ejército republicano al mando del teniente coronel Enrique Lister, que aun a costa de serias bajas conseguía parar la penetración masiva de los sublevados por los ríos Ebro y Segre.

No obstante el contratiempo, el dia 3 de enero de 1939 una subida de caudal del Ebro posibilitaba un ataque con carros de combate que forzaría la retirada republicana, mientras que ese mismo dia las unidades franquistas de Yague lograban cruzar el rio atacando a los republicanos por el flanco sur amenazándoles con un gran cerco, mientras el dia 5 caían Borjas Blancas y Artesa de Segre, provocando una nueva ruptura del frente y causando una retirada transformada en fuga que dejaría un gran sector del territorio desprovisto de defensa, con lo que las tropas republicanas que aun defendían el vértice entre el Ebro y el Segre se desperdigan rápidamente, mientras el mando en Cataluña, detentado por el general Vicente Rojo decide formar sucesivas líneas de defensa con las tropas aun en condiciones de luchar, pero la inferioridad numérica y de material determinaron que fueran cercados o rebasados por las tropas franquistas en pocos días, y pese a la urgente movilización de reclutas de reemplazo de 1922 y 1924 que se queda en nada debido a la falta de armamento con que dotarla, el 8 de enero los franquistas renuevan su ofensiva con la toma de Montblanch y Valls los días 12 y 14 respectivamente, concentrando sus tropas sobre Tarragona a donde acaban entrando el 14 de enero de 1939.

Al difundirse la caída de Tarragona, la retirada se convirtió en una caótica avalancha de refugiados republicanos de todas clases, integrada por autoridades políticas, funcionarios, civiles comunes e incluso soldados que marchaban apresuradamente hacia la frontera con Francia, que ante la amenaza de verse invadida por miles de huidos republicanos decidió abrir los pasos fronterizos y dejar entrar en España todo el material de guerra retenido con destino a La Republica, pero la medida llegaba demasiado tarde, ya que a partir del dia 23, miles de simpatizantes republicanos de toda índole huyen de Barcelona llevándose consigo a sus familias y enseres a bordo de camiones, automóviles, bicicletas o simplemente a pie, tomando por asalto los almacenes de alimentos con que subsistir durante la larga marcha hacia la frontera francesa, mientras ese mismo dia el ejército franquista atacaba Sabadell, Tarrasa y Badalona mientras cruzan el cauce del Llobregat, para que finalmente y ante los informes del general Rojo, en la tarde del 24 de enero de 1939, el gobierno republicano, como ya lo hiciera en Madrid en 1936, huía finalmente a Gerona dejando tras de sí una ciudad sumida en un absoluto desorden, posibilitando que a lo largo del dia 25 las fuerzas del coronel Natalio López Bravo ocuparan el aeródromo del Prat mientras al amanecer del dia 26 los franquistas alcanzaban las alturas del Tibidabo y de Monjuich entrando a media noche en el centro de Barcelona, ocupando una urbe semi desierta sin hallar resistencia alguna, mientras en paralelo ” la quinta columna” hacia su aparición en las calles barcelonesas tras dos años y medio de ocultación.

Tras la toma de Barcelona, las avanzadas del general Yague tomarían Gerona el dia 4 de febrero forzando al gobierno republicano a trasladarse hasta Figueras, y desde allí el presidente de La Republica Manuel Azaña junto con el de La Generalidad Luis Companys y el antiguo Lehendakari Jose Antonio Aguirre, cruzaban la frontera el dia 5, a los que se unirían el gobierno de la II Republica encabezado Por Juan Negrín.

La ofensiva provocaría el éxodo masivo de 400.000 personas que incluían a unos 220.000 soldados del ejército republicano, 60.000 varones adultos no combatientes, 10.000 heridos y 17.000 mujeres y niños, y si bien el presidente Juan Negrín volvería a la zona republicana el 10 de febrero, Manuel Azaña renunciaba a su cargo negándose a volver a España al igual que otros muchos líderes políticos y militares, incluyendo al general Vicente Rojo.

Fuera de España, el resultado inmediato seria el reconocimiento diplomático por parte de Gran Bretaña y Francia del gobierno de Franco y la depreciación casi total de la peseta republicana en los mercados mundiales.