La sublevación de Cartagena fue una rebelión contra el gobierno de Juan Negrín protagonizado por militares y marinos de la “quinta columna” de la base naval al mando de Segismundo Casado, que estallaría el 4 de marzo de 1939 con la pretensión de entregar la base y con ella la flota republicana allí fondeada al general Franco.

A partir del fracaso de la ofensiva republicana del Ebro en los meses de julio a noviembre de 1938, buena parte de los oficiales no comunistas de La Republica pensaban ya que la guerra estaba perdida y que se debía poner fin de forma honorable por medio de un “Abrazo de Vergara” como el que acabo con La Primera Guerra Carlista, convergiendo todas estas preocupaciones e iniciativas en la persona del coronel Casado como jefe del Ejército del Centro, que tras una reunión con el presidente y con el general Miaja se afirmaría en su convencimiento de que si quería alcanzar sus propósitos tendría que derribar a Negrín.

El 12 de febrero de 1939 Negrín llegaba a Madrid ocupando su puesto en el edificio de Presidencia del Paseo de la Castellana reuniéndose en los días 16, 24 y 27 con Casado, Miaja, Matellana, Méndez López, Escobar y el almirante Buiza, para finalmente, el 2 de marzo, citar al coronel Casado y al general Matallana con el fin de comunicarles su destitución, iniciativa no aceptada por ninguno de los dos dando comienzo el golpe de Casado en Madrid, al que seguiría el dia 4 la sublevación de Cartagena, por lo que el presidente enviaría al subsecretario de marina Antonio Ruiz a cuyas órdenes deberían plegarse, mientras a las 10:30 horas del domingo dia 5 la aviación franquista bombardeaba a los barcos de la flota y por su parte, en el bando contrario, el exministro comunista Jesús Hernández, actuando bajo su propia responsabilidad como Comisario General del Ejército, enviaba en auxilio de Cartagena a la 4ª División para reforzar a la Brigada 206 que se encontraba a la espera de ordenes en la población de Los Dolores.

Finalmente, mientras los sublevados procedían al bombardeo de la flota, un ultimátum lanzado por el general Barrionuevo a los navíos amarrados en la base, acabo con la salida de los buques afines al gobierno, con lo que al mediodía del domingo 5 de marzo, Cartagena había quedado en poder de los partidarios de las tropas nacionales, mientras Franco prometía importantes refuerzos para asegurar el control de la plaza, sin contar con que el mantenimiento de las posiciones se tornaría cada vez más complicado, y tras la retirada el dia 6 de las fuerzas de desembarco y la caída el dia 7 del Parque de Artillería, a primeras horas de la tarde, la 206 Brigada ya se había hecho con el control casi absoluto de toda Cartagena y sus instalaciones militares, mientras la orden de retirada a la escuadra franquista no llegaría con igual celeridad a todos los componentes del convoy, por lo que algunas unidades continuarían su avance hacia Cartagena, que los recibió con el fuego de las baterías de costa alcanzando la santabárbara del Castillo de Olite, que se hundía con más de 2000 combatientes a bordo de los que unos 1500 morirían, 340 quedarían heridos y unos 300 serían hechos prisioneros, mientras la flota republicana al mando del almirante Bouza, tras muchas dudas y vacilaciones pondría rumbo al protectorado francés de Túnez donde arribaría el dia 7 de marzo para ser entregada inmediatamente a Franco.
Si bien los republicanos consiguieron aplastar la sublevación pro falangista de la Base Naval de Cartagena, lo cierto es que la pérdida de la flota, a la sazón 3 cruceros, 8 destructores y muchas unidades menores, constituiría toda una catástrofe para el bando gobernante.

La ciudad de Cartagena, fundada Qart Hadasht por Asdrubal en el 227 y conocida como Cartago Nova en la época romana, tomada posteriormente por Vándalos, Visigodos, Bizantinos y Musulmanes, es un municipio situado en la costa del mar Mediterráneo en la Comunidad Autónoma de Murcia, siendo la sede de su Asamblea Regional.

Empezaremos la visita por El Teatro Romano de finales del siglo I a.C. descubierto en 1988 bajo las ruinas de la catedral vieja, El Museo del Teatro Romano en la Plaza del Ayuntamiento, y en unos minutos a pie, el Barrio del Foro Romano con el Centro de Interpretación de la Muralla Púnica de Cartagena en el Monte de San Jose, siguiendo el recorrido por el Palacio Pedreño, El Casino, La Casa Cervantes, El Palacio de Aguirre, El Gran Hotel o el Palacio Consistorial, paseando después por la típica calle peatonal con forma de barranco, pavimentada con bellos azulejos de mármol azul y siempre impecablemente limpia, donde se encuentran los mejores edificios de Cartagena, sin olvidar el Museo Militar, el de La Guerra Civil Española, La Casa de la Fortuna donde descubrirás el modo de vida de las clases adineradas romanas, El Museo Naval, asi como el Castillo Árabe de La Concepción, para aprovechar si el dia resulta lluvioso con una visita (2 horas) por las instalaciones de destilado del mítico Licor 43, terminando el recorrido por los edificios de culto de la catedral de Santa María la Vieja, de La Caridad de Cartagena, de las iglesias de Santo Domingo, Sagrado Corazón de Jesús, Nuestra Señora del Carmen, Santa María de Gracia, de Santiago y la Basílica de la Caridad.

Fuera ya del ámbito urbano, podemos iniciar una ruta por los pueblos cercanos de La Magdalena, Galifa y Cuesta Blanca de Abajo a 10 Km, El Portos (12), Perin (15), Campillo de Adentro (23), La Azonia (25), Cabo de Palos (34) y Murcia a 49, o más apartados, los de Mula (74), Aledo (75), Águilas (76), Ulea (78), Lorca (87), o Cieza (91), pudiendo alargar el recorrido, siempre en función del tiempo, por Cehegin (104), Calasparra (107), Caravaca de la Cruz (110), Puerto Lumbreras (112), Jumilla (117) y Motatalla a 120 Km.