Tras las derrotas republicanas de Bilbao y Santander, el territorio leal a la Republica en la costa cantábrica (Frente Norte), quedo reducido a un enlace constituido por la totalidad de Asturias, a excepción de Oviedo, y un corredor terrestre que conectaba a la ciudad con Galicia, territorio en poder de los sublevados desde octubre de 1936.

La caída de Santander en poder de los rebeldes el 26 de agosto de 1937, concentro a todas las tropas republicanas en la zona cantábrica de Asturias, la región más alejada del resto de la España republicana, dificultando sobremanera la comunicación rápida y él envió e refuerzos de aviación y artillería para poder resistir, por lo que después de un breve descanso ordenado por los mandos republicanos, el primero de septiembre vuelven a ponerse en marcha las operaciones militares, mientras en Gijón, los líderes provinciales republicanos formaban el Consejo Soberano de Asturias y León, dirigido por el sindicalista del sector minero Belarmino Tomas, que inmediatamente destituyo al general Mariano Gamir como jefe del Ejército del Norte entregando el mando de las tropas al coronel Adolfo Prada, que asume su responsabilidad el 29 de agosto.
El 5 de septiembre de 1937, las avanzadillas de los sublevados chocaron con el ejercito republicano en el paso montañoso de El Mazuco, para una vez superada la resistencia los rebeldes avanzan hacia el centro mismo de la zona republicana de Asturias, tomando Ribadesella y Covadonga entre el 18 de septiembre y el primero de octubre, y mientras en el interior de Asturias la defensa republicana, favorecida por el agreste terreno se endurece extraordinariamente, la inferioridad numérica y la falta de munición impiden detener por mucho tiempo el ataque rebelde, que el 10 de octubre ocupan los dos márgenes del Sella y al dia siguiente conquistan Cangas de Onís, lo que motivo una gran indisciplina que se saldó con la ejecución de tres comandantes de brigada, seis comandantes de batallón y otros doce oficiales.

Mientras esto ocurría a ras de tierra, tras una intensa ofensiva aérea a cargo de la Legión Cóndor, en la mañana del 15 de octubre los franquistas de Antonio Aranda se unían a las fueras de Solchaga en Infiesto, arrinconando a los republicanos entre Pola de Laviana y Villaviciosa resultando evidente que la caída de Gijón es cuestión de horas, estimación que se confirma con la aparición en escena de la quinta columna franquista que se apodera por la fuerza de algunos edificios públicos mientras la casi totalidad de los mandos militares han huido de una u otra manera, mientras en la tarde del 21 de octubre las tropas franquistas de la IV Brigada de Navarra tomaban los últimos bastiones republicanos de Asturias y Gijón, encontrándose con una visión dantesca del puerto por la cantidad de navíos hundidos.

Tras la conquista de Asturias, la represión de los sublevados fue terriblemente dura, fusilándose solo en Oviedo unos 1000 prisioneros republicanos, mientras otros muchos fueron enviados a batallones de trabajo o se vieron obligados a unirse al ejército franquista (unos 100000) mientras los sublevados pasaban a controlar el 36% de la producción nacional de acero.

Oviedo es una ciudad capital del Principado de Asturias, centro comercial, universitario, religioso y sede de La Junta General del Principado, cuyo origen se remonta al siglo VIII en la Alta Edad Media.

Comenzamos la visita por La Catedral Gótica del siglo IX y pegado a esta, el Jardín de los Reyes Caudillos con las figuras de los monarcas asturianos, y la Iglesia de San Tirso, para atravesando la plaza encontrarnos con la estatua de La Regenta, en homenaje a Leopoldo Alas (Clarín) y frente a ella, el museo de Las Bellas Artes y El Palacio de la Rúa, para bajando la cuesta, visitar la Capilla de la Balesquida, siguiendo el recorrido por El Tribunal Superior de Justicia, y en la calle San Francisco el edificio de la Universidad de Deusto, desembocando después en la Plaza de La Escandalera donde escuchar las campanas de Caja Astur tocando a cada hora el himno de la ciudad, amén de las estatuas de los Caballos Asturcones y la de La Maternidad, observando desde allí El Campo San Francisco y los edificios de La Junta General del principado, La Jirafa o el Teatro Campoamor, lugar de la entrega de los Premios Princesa de Asturias, para dar marcha atrás volviendo por la c/Pelayo hasta la Iglesia de San Juan, lugar donde celebro sus esponsales Francisco Franco, y la c/Uria, calle principal de la ciudad donde se sitúan las marcas internacionales más importantes, para desde allí visitar El Hotel Reconquista, donde se reúnen los galardonados con el famoso premio, siguiendo el recorrido por El Estanque de Los Patos, donde contemplar una Puerta de Piedra, y sentada en un banco frente al estanque, la figura de la famosísima Mafalda, finalizando en La Plaza de La Constitución, la iglesia de San Isidoro y El Ayuntamiento, bajo el cual, a través de un paso desembocamos en la c/Cimadevilla, para encontrarnos al fondo de esta, La Plaza de Alfonso II El Casto, lugar desde donde hemos empezando la visita.

Después de descansar en cualquiera de los buenos hoteles de la ciudad, por la mañana, después de un buen desayuno, podemos ponernos en marcha visitando los bellos enclaves de Las Caldas a 9 Km, Santullano (15), Mieres (19), Grado (24), Langreo (26), Nava (35), Candas (38), Salas (41), Bandujo (42), Villaviciosa (46), Soto del Barco (50) y Cubillero a 60 Km.