La ciudad de Zaragoza constituía una magnifica posición estratégica fuertemente protegida por una importante guarnición isabelina, por lo que confiando en la supuesta lejanía de las tropas carlistas, gran parte de esa guarnición seria empleada, en el mes de febrero de 1838, para reforzar un ejército que había de cerrar el paso hacia El Maestrazgo a la expedición de Basilio García, lo que convence al general Cabrera, enterado de esta circunstancia, para atacar la ciudad, disponiendo de Juan Caballero y Espronceda al mando de 2800 infantes y 300 soldados de caballería, que se dirigen a Zaragoza con la consigna no de conquistar la plaza, sino más bien para someterla a saqueo, sucediendo que en la noche del 5 de marzo de 1838, las tropas de Cabañero, que habían conseguido a duras penas ocupar una parte de la ciudad, sorprendidas por la fiera resistencia de sus pobladores que se defendían armados con cuchillos, utensilios de cocina, así como agua y aceite hirviendo, enterados además sus mandos de que las tropas isabelinas volvían a sus cuarteles, optaron por abandonar inmediatamente la plaza.
Tras el fracaso carlista, se añadió al escudo de la ciudad la titulación de “Siempre Heroica” y se dio el nombre de 5 de Marzo a una de sus calles.
Zaragoza es una ciudad capital de la provincia homónima situada en el centro de un amplio valle a orillas de los ríos Ebro, Huerva y Gallego en la Comunidad Autónoma de Aragón, cuya visita, que aconsejamos prolongar más allá de una sola jornada, podemos empezar por La Plaza del Pilar, una de las plazas peatonales más grandes de Europa donde se encuentran La Basílica de Nuestra Señora del Pilar, monumento más representativo y más visitado de la ciudad, La Catedral de la Seo, un tanto eclipsada por la basílica y a criterio de muchos más bonita, el Ayuntamiento y El Foro Romano, con Las Termas, el Teatro Romano y El Museo del Puerto Fluvial, siguiendo la Zaragoza romana por Las Murallas junto a las que se encuentra El Torreón de Zueda, perteneciente al antiguo alcázar musulmán, asi como el Puente de Piedra, el más antiguo de la ciudad, para una vez en la otra orilla tomar un descanso en el Parque de Macanaz, siguiendo el recorrido por el Palacio de la Aljaferia hoy sede de Las Cortes de Aragón con su patio interior de estilo árabe y Las Torres Mudéjares de las iglesias de San Pablo, Santa María Magdalena, San Gil Abad y San Miguel de los Navarros, continuando por el Casco Antiguo de la ciudad, donde perderse por sus calles, siendo la de Alfonso I con sus comercios la más visitada del barrio, sin olvidar por supuesto La Zona Expo, donde pasear por el Parque del Agua con el Palacio de Congresos y El Acuario Fluvial más grande de Europa, para relajarte después de tanto ajetreo, lejos del bullicio de la ciudad, en el enorme y precioso Parque Jose Antonio Labordeta (Parque Grande) al sur del área metropolitana de la población.
Terminado el recorrido urbano y en función del tiempo disponible proponemos una ruta por las poblaciones de Utebo a 13 Km., Alfajarin (23), Zueca (28), Belchite (50), Almonacid de la Sierra (52), Daroca (86), Tarazona (87) y Calatayud a 88 Km. de la capital.