1813  SAN MARCIAL (Alrededores de Irún – País Vasco)

Tras el triunfo aliado en la batalla de Vitoria, Wellington marcho contra San Sebastián buscando la rendición de esta importante plaza fuerte, que había sido tomada por los franceses en 1813, aprovechando la retirada de los imperiales hacia el este en su intento de recuperarse y cuidar de los heridos habidos en Vitoria, pero el asalto previo contra la ciudad, demostró que Wellington había menospreciado la determinación de la guarnición francesa, ya que todos sus intentos fueron rechazados, aun con grandes pérdidas en la guarnición francesa del general Rey, lo que aconsejó al británico, que además había tenido noticias de que el mariscal Soult había reorganizado sus tropas y reaparecía desde el este, a levantar el cerco para enfrentarse al mariscal francés, cuyo objetivo era también la codiciada ciudad donostiarra.

Finalmente, envueltos por la niebla matinal, siete divisiones francesas marcharon hacia el Bidasoa, y el 31 de agosto vadearon el rio cubiertos por el fuego de su artillería, siendo rechazados por las tropas de Freide situadas en las alturas que no satisfechos con echarles de sus tierras, los persiguieron hasta San Marcial, donde fueron recibidas con fuego para posteriormente cargar contra ellos a bayoneta calada, arrollando a los hombres de Soult y empujándolos ladera abajo.

Batidos nuevamente en un segundo ataque, determinante para la moral de sus hombres tras las sucesivas retiradas del rio Bidasoa, Soult ordenó la marcha hacia Irún, mientras San Sebastián caía tras una monumental batalla ese mismo día, siendo saqueada e incendiada por los supuestos aliados anglo-portugueses mientras Soult se retiraba a suelo francés.

La batalla de San Marcial, más allá de las numerosas bajas habidas en el ejército español, supuso el final de la ocupación francesa del País Vasco y de Navarra y el declive de la bien ganada habilidad y fuerza en el combate del mariscal francés.

Después de visitar las alturas del Monte Aldabe, más conocido por los iruneses como Monte de San Marcial, donde tuvieron lugar los acontecimientos, nos acercaremos hasta la ciudad de Irún, situada en la provincia de Guipúzcoa en el País Vasco, separada de Francia por el rio Bidasoa, agrupada en la pendiente de una colina que se ha ido extendiendo por las vegas y lomas vecinas siendo hoy una ciudad asentada en la orilla izquierda del rio Bidasoa que sorprende a cuanto viajero cruza la frontera francesa.

Formada por los barrios de Anaka, El Pinar, Artia, Dumboa, Ventas, Behobia y San Miguel, nos invita a visitar sus rincones, empezando, sin ningún orden establecido, por su Ayuntamiento y la colindante Columna de San Juan Harria, la Parroquia de Nuestra Señora del Juncal, la Ermita y fuente de Santa Elena en el entorno del casco viejo, para proseguir por los museos de Hornos de Irugurutzeta y los de Roma y del Cine, poniendo especial interés el Museo Romano de Oiasso, desde donde los sábados parten, con cita previa, visitas comentadas a los yacimientos de la ciudad romana.

La visita debe cerrarse acercándose hasta la Ermita de San Miguel en las afueras de la población, al Parque Ecológico Plaiaundi y un cómodo paseo de unos 14 Km. para disfrutar de las incomparables vistas de la Bahía de Txirgudi, sin olvidar que San Sebastián se encuentra solamente a 23 Km. de la población.