1812  MAJADAHONDA (En las cercanías de Madrid)

La batalla de Majadahonda se desarrolló el 11 de agosto de 1812 entre las divisiones de la caballería francesa del general Anne-Francoise Charles Treillard y la vanguardia del ejército anglo-portugues mandada por el brigadier D’Urban.

Después de la derrota del ejército francés del mariscal Marmont en la batalla de Los Arapiles el 22 de julio, las tropas de Wellington se dirigieron a Madrid mientras el rey José decidía retirarse en dirección a Sierra Morena, dejando a su ejército posicionado para la defensa de la ciudad, que obtendrían una primera victoria sobre los efectivos anglo-portuguesas a su llegada.

En la mañana del 11 de agosto, el coronel Reiset, que tras soportar las constantes andanadas de disparos de cañón hubo de retirarse hacia Boadilla del Monte, hacia el final de la tarde, ante la sorpresa de D’Urban, la división de Treillard apareció en la carretera de Boadilla del Monte situándose frente a Majadahonda desplegando toda su artillería bajo la protección de los portugueses y un pelotón de dragones pesados mandados por el teniente Kuis, a los que D’Urban hizo cargar contra el enemigo, dándose la circunstancia de que en lugar de cargar se dieron a la fuga en general desorden, abandonando a sus oficiales en medio del asalto, siendo tremendamente diezmados por los dragones franceses que los persiguieron hasta Las Rozas.

Ignorando los mensajes del subteniente Kuhis al mando del King German Legión en el sentido de que la caballería francesa había atacado Majadahonda, la brigada pesada alemana fue completamente sorprendida, y si bien consiguieron detener momentáneamente al ejército francés, la infantería británica tuvo que refugiarse dentro del pueblo, al igual que la caballería que había acudido en su socorro. Pasada la media noche, la brigada de Jonquieres se posiciono a la derecha de la población, y bien situada, espero la llegada de los refuerzos portugueses de D’Urban.
Ante las continuas provocaciones por parte del coronel Jonquieres, los dragones franceses de Reiset marcharon contra el enemigo, lo que basto para provocar una nueva huida de los portugueses, a pesar de la cual los franceses fueron retirándose poco a poco frente a los dragones pesados de la legión alemana, ocurriendo que en un momento dado, Treillard, en una acción inesperada ordeno dar media vuelta y arremeter contra el enemigo, obligando nuevamente a los británicos a retirarse hacia Las Rozas, donde ya se había atrincherado la legión alemana y no sintiéndose capaz de defender ellos solos la posición, e informado de la llegada de refuerzos británicos, Treillard abandono el campo de batalla tomándose el tiempo preciso para quemar las cureñas de los cañones.

El comportamiento de los portugueses quienes se habían distinguidos tiempo atrás en Los Arapiles fue severamente criticado, y la intención del general Beresford, al mando del ejército lusitano de administrar un castigo ejemplar fue rechazada por Wellington “Porque, incluso mala, tenía necesidad de la caballería portuguesa”.

Majadahonda es un municipio español perteneciente a la Comunidad de Madrid, situado a 16 Km. de La Puerta del Sol en la capital, posiblemente fundado allá por el siglo XIII por pastores segovianos que se asentaron en la zona bautizándola con el nombre de Majada-Honda, perteneciente en sus primeros tiempos al “País Segoviano”.

Majadahonda, como casi todas las poblaciones anejas a Madrid se ha visto absorbidas por la Gran Capital, no obstante todavía conserva lugares que merecen una visita, como el Parque de Santa Genoveva, la Biblioteca Municipal Francisco Umbral, el Centro Comercial Gran Plaza, El Zoco o Los Jardines del Monte del Pilar, pudiéndose recorrer en sus inmediaciones las poblaciones de Las Rozas a 3 Km., Pozuelo de Alarcón (10), Torrelodones (14), Humera (15), El Pardo (18),residencia del anterior Jefe de Estado, Villanueva de la Cañada (20), Boadilla del Monte (23), sin olvidar Madrid a 18 Km., un auténtico monumento en sí mismo, donde nos sobraran rincones a visitar y nos faltara tiempo para hacerlo, por lo que resulta imprescindible hacerse con una buena publicación turística, o los servicios de un guía si se tiene la intención de visitarla, dejando claro que no bastara con un dia para una visita digna de tal nombre.