1812  LOS ARAPILES (Al sur de Salamanca)

Batalla librada en los alrededores del paraje conocido como Arapil Grande y Arapil Chico en el municipio del mismo nombre y que tuvo como resultado una gran victoria del ejército hispano-portugues al mando de Wellington contra las tropas francesas mandadas por el mariscal Marmont.
Asegurada la frontera lusa y sabedor de que Napoleón estaba retirando tropas de la Península para integrarlas en el gigantesco ejército con el que pretendía invadir Rusia, Wellington planeo una ambiciosa ofensiva estratégica para 1812, y con este propósito y después de dejar la ciudad de Salamanca a cargo de una pequeña guarnición tras las fortificaciones, el día 21 ambos ejércitos se encontraron frente a frente con una posición ligeramente favorable para las tropas inglesas, que ocupaban una colina baja, y como Marmont no estaba dispuesto a atacar cuesta arriba y Wellington tampoco quiso abandonar la ventaja de la altura, al día siguiente, ambos contrincantes decidieron separarse, para finalmente, tras numerosas idas y venidas estratégicas y algunos encontronazos de tanteo, ir trasladando la lucha hacia el oeste, junto al pueblo de Los Arapiles, donde las brigadas ligeras de las divisiones de Keith y Cole mantendrían algunos choques poco decisivos con contingentes franceses empeñados en desalojarlos de sus fortificaciones.

Empeñados en una nueva lucha de estrategias, esta vez en medio de feroces enfrentamientos en los que las tropas francesas llevaron la peor parte, fue finalmente la llegada, cargando por el flanco, de la división de Pakerman, la de Leith y la caballería pesada de Marchant, y tras una lucha sangrienta pero breve el ejército francés se desbando, y si no fue totalmente exterminado se debió a que la división de Ferey protegió la retirada hasta que la noche marco el final de la batalla. Al día siguiente Wellington hacia su entrada triunfal en Salamanca después de haber derrotado al tercer ejército francés al completo.

Si bien la campaña no sería decisiva en el desarrollo global del conflicto, es cierto que marco un punto de inflexión en la guerra peninsular, que sumado a la catastrófica derrota francesa en la campaña de Rusia, extendió por Europa la idea de que los días de gloria de Napoleón parecían estar acercándose a su fin.

El paraje formado por dos cerros de baja altura dominantes sobre el resto del terreno, es el escenario donde se sitúa el campo de batalla, cuya vista panorámica completa puede verse desde la vecina ermita de Nuestra Señora de la Peña, en las afueras de Calvarrasa de Arriba.

Después de rendir visita al campo de batalla, nos desplazamos hasta la localidad de Arapiles, municipio de la provincia de Salamanca integrado en la comarca del Campo de Salamanca “Campo Charro”, en la Comunidad Autónoma de Castilla y León, donde tras visitar el campo donde se libró el enfrentamiento, lugar donde se yergue un monumento conmemorativo de la batalla y el paraje más visitado por el turismo, seguir en la población por su Casa Consistorial y la Iglesia de San Juan Bautista de estilo mudéjar, para dirigirnos luego a la bella ciudad de Salamanca, distante unos 11 Km, para iniciar un recorrido que empezaremos por La Plaza Mayor, La Universidad, la Casa de las Conchas y las Catedrales Nueva y Vieja, siguiendo por La Casa Lis, la Cueva de Salamanca, el Convento de San Esteban, y el Museo de la Historia de la Automoción, además del antiquísimo Puente Romano, y el Jardín de Calixto y Melibea, además de otros muchos rincones más, que seguro se me quedan en el tintero.

Terminada la visita a la capital, si persiste el interés y disponemos de un dia más de tiempo, sería estupendo poder desplazarse hasta La Alberca (76Km), pueblo de postal e inicio de una ruta por la serpenteante carretera que asciende a la Sierra de Francia, en cuya cima se eleva el Santuario Mariano más alto del mundo y una estupenda Hostería junto a él, para bajando el Portillo, detenernos en cada uno de los Miradores que jalonan el descenso hasta el Monasterio de San Jose, que si bien no puede visitarse, si se puede avanzar por un sendero junto al rio Batuecas hasta las Cascadas del Chorro o los caminos que llevan a las Pinturas Rupestres, donde poner fin a la interesante ruta.