1810  LA INVASION DE SEVILLA (Andalucía)

Los hechos tuvieron lugar el primero de febrero de 1810 en el contexto de la invasión francesa de la Península y se prolongaron hasta el 27 de agosto de 1812, fecha de la victoria de las fuerzas españolas con la colaboración de las británicas en la batalla del Puente de Triana.
Tras la firma del Tratado de Fontainebleu (1807) que permitía la entrada en España de tropas francesas para invadir Portugal, pronto quedo meridianamente claro que se trata realmente de una encubierta invasión de la Península por parte de los ejércitos de Napoleón, por lo que alertados por la dureza con que fueron reprimidos los sucesos de Madrid producidos el 2 de mayo y por el saqueo sistemático de obras de arte y demás tesoros nacionales, se procede a la creación de Juntas en todas las provincias de España.

La junta de Sevilla se constituye el 27 de mayo de 1808 con el nombre de Junta Suprema de España e Indias, que reunida en la iglesia de San Hermenegildo comienza a organizar la resistencia desde el sur de España, dando sus primeros frutos en la batalla de Bailen en julio de 1808, y que será el prólogo de la creada el 25 de septiembre como la Junta Central con representantes de todas las provincias y sede en Aranjuez, si bien en el mes de diciembre será trasladada a Sevilla.

El 14 de enero de 1809, Juan Ruiz de Apodaca, ministro de defensa de la Junta de Sevilla, firma en Londres la alianza anglo-española contra Napoleón, por la que España se compromete a proveer del elemento humano y bélico para la guerra, así como armas y suministros a cambio del apoyo de los generales británicos incluyendo, faltaría más, el libre comercio entre la América española e Inglaterra, mientras la noticia de la entrada en Córdoba del ejército francés convenció a La Junta de la conveniencia de su traslado, asentándose definitivamente en la Isla del León, en San Fernando, provincia de Cádiz el 23 de enero de 1810.

El día 30 de enero de ese mismo año, las tropas de Napoleón se encuentran ya en Alcalá de Guadaira y vista la inutilidad de una acción defensiva eficaz contra el gran ejército francés, se pactan unas capitulaciones que si bien fueron completamente incumplidas por los invasores, si evitaron el derramamiento de sangre entre la población. Finalmente, el primero de febrero, los franceses llegarían a la ciudad dirigidos por el mariscal Víctor y por el mismo José Bonaparte, quedando las tropas a partir de entonces al mando del mariscal Soult, que desistiría en su intención de tomar Cádiz para asentarse en el Palacio Episcopal de Sevilla desde donde dirigiría la ciudad y el saqueo de obras de arte, que almacenadas en el Alcázar de Sevilla fueron enviadas inmediatamente a Francia o a Madrid, mientras otras terminaron en su propio domicilio en la capital francesa, vendidas posteriormente por sus herederos y que hoy se encuentran en diferentes museos del mundo.

Capital de la provincia homónima, Sevilla se encuentra situada en el sur de la Península en la Comunidad Autónoma de Andalucía, asentada sobre la gran llanura del curso bajo del rio Guadalquivir junto a la cornisa del Aljarafe.

Toda una joya en su conjunto, podemos empezar el recorrido por la visita al Real Alcázar, el lugar más bello de Sevilla, con el Patio de Las Doncellas y sus jardines, para continuar por La Catedral gótica del siglo XV, con cuya entrada podrás acceder también a la torre de La Giralda, cuya subida se realiza a través de lo que al visitante le parece una interminable sucesión de rampas, para después recuperar fuerzas con una visita a la Taberna Coloniales, y ya después de bien comer, reemprender la ruta por el Barrio de Santa Cruz con El Archivo de Indias, La Alameda de Hércules, considerado el parque más antiguo de Europa y la Iglesia Del Salvador y las calles de Las Sierpes y Tetuán en el Barrio de la Alfalfa, para después de tanto caminar, disfrutar de un paseo en barco por el Guadalquivir, que saliendo de La Torre del Oro, en una hora nos llevara por el Puente de Triana, el Palacio de San Telmo, hoy sede de La Junta de Andalucía, y La Isla de La Cartuja, para terminar el dia en cualquiera de las múltiples terrazas dispuestas para tal fin.

Empezamos la segunda jornada, después de un buen desayuno, con la visita a La Plaza de España, la más famosa y visitada de Sevilla, para continuar por el Parque de María Luisa, el Ayuntamiento, la Iglesia del Salvador o el Barrio de Triana, cuna de artistas y toreros con el Coso de La Maestranza, además de la Calleja de La Inquisición, o el Puente y el castillo de San Jorge para seguir en la tarde por la Alameda de Hércules y el Barrio de La Macarena, dejando para un tercer dia La Casa de Pilatos, perteneciente a los duques de Medinaceli y la iglesia de Santa María La Blanca, para emplear el resto del dia siguiendo una ruta por las poblaciones de Santiponce a 7 Km., Ruinas de Itálica (17), Carmona (30), Lebrija (66), Cazalla de la Sierra (80) y Osuna a 87 km de la capital.