En los primeros días del mes de enero de 1809 se produce la llegada a Galicia de las tropas francesas, que sin apenas resistencia entran en La Coruña el día 18, en Santiago del día 20, un día después en Pontevedra y el 26 en El Ferrol.
El 27 de marzo, los gallegos ocupados en asedio de Vigo, ante la necesidad de tener un mando único, proclaman a Morillo como Coronel en Jefe de todas las tropas, quien nada más recibir el nombramiento decide dedicarse a reclutar y organizar a todas las fuerzas posibles en la provincia de Pontevedra con el fin de convertirlos en un ejército que hiciera frente a los invasores franceses, para una vez cumplida su misión, ante la petición de ayuda del capitán González del Valle que se encontraba atacando Vigo, decidió colaborar con sus tropas en el ataque, que se saldó exitosamente con la rendición de la guarnición francesa, que tuvo que ser embarcada en un buque británico para salvarla de la ira popular.
Animado por el éxito de la operación, Morillo decidió tomar la población de Marín, y ayudado por dos buques británicos, las tropas españolas atacaron por tierra y mar desde la península del Morrazo obligando a los franceses a buscar refugio en Pontevedra.
Ante el nuevo vuelco de la situación, Morillo recibió el encargo de cortar el avance francés, y atrincherándose en la orilla sur del rio Verdugo, presentar batalla en Puentesampeyo cortando el paso del puente con la intención de detener el avance del cuerpo del ejército francés mandado por el mariscal Michel Ney que al frente de unos 10000 hombres realizo un ataque frontal sobre el puente, que fue rechazado a costa de serias pérdidas, hecho que se repitió al día siguiente cuando el francés ordeno a una parte de su tropa que atacaran Caldelas, cuyo puente no había sido destruido y donde los paisanos del Morrazo, Pontevedra y La Loma se atrincheraron con piedras y troncos de árboles ocasionando a los franceses una terrible derrota.
Finalmente, el día 9 de mayo, después de convocar un consejo de oficiales, Ney inicio una penosa retirada en la que el ejército francés fue continuamente acosado por los guerrilleros que atacaban y mataban a cuantos soldados rezagados encontraban en su camino, reuniéndose en Lugo con las fuerzas de Soult, que también habían tenido que abandonar Portugal, retirándose los dos de Galicia en junio de 1809, lo que supuso la definitiva evacuación del suelo gallego por parte del ejército napoleónico.
La Poblacion de Santa María de Pontesampaio, municipio independiente hasta 1950 y actualmente parroquia perteneciente al Ayuntamiento de Pontevedra en la Comunidad Autónoma de Galicia, cuenta para visitar con el Puente Romano donde tuvo lugar el enfrentamiento, la Iglesia románica de Santa María, Los Caños de Piedra, asi como las huellas arqueológicas en el Llano de la Cruz, para dirigirse después a Pontevedra, a 12 Km., desde donde después de visitar la capital iniciar una ruta por los cercanos lugares de Poyo (2), Areas (4), Mourente (4), Marcon (5), Tomeza (5), Campaño (6), Lourizan (6), Combarro (7), Figueirido (7), Gatomorto (8), Touron (10), Vilaboa (10), Os Fontans (11), Muiño de Portas (21) y Amoedo, a 24 Km. del inicio del recorrido.