1809   ALCAÑIZ  (Provincia de Teruel)

En los primeros días de 1808 las fuerzas de Napoleón Bonaparte, habían atravesado los Pirineos e iniciado la invasión del territorio español animados por el bochornoso ejemplo protagonizado por la familia real en Bayona, pero no todos los españoles estaban hechos de la misma pasta de los borbones reinantes como se imaginaba el emperador.

En la primavera de ese mismo año, la situación se precipita con el levantamiento del 2 de mayo en Madrid, asi como los fracasos de las fuerzas del mariscal Dhuesme en Cataluña, las de Moncey en Valencia y la derrota total del ejército francés en Andalucía en la batalla de Bailen, protagonizada por las tropas regulares del general Castaños, cuyas consecuencias provocarían la retirada francesa al norte del Ebro a primeros de agosto.

Ante semejante resultados, la reacción del mandatario Francés, poco acostumbrado a semejantes resultados, supone que en noviembre de 1808 el emperador en persona con lo mejor de su ejército, cruza la frontera aplastando cuanta resistencia encuentra a su paso, pero ante la amenaza de un golpe de estado en Paris, Napoleón ha de regresar a Francia en enero de 1809, mientras las fuerzas españolas se preparan como buenamente pueden para lo que se les viene encima.

El 26 de enero de 1809 el general Watier asaltó la población de Alcañiz aplastando la resistencia de sus entonces 4000 habitantes, que habían organizado una milicia de voluntarios para su defensa, mientras la ciudad de Zaragoza, tras un cruento asedio, caía finalmente en manos francesas el día 4 de marzo.

Con vistas de recuperar la plaza aragonesa, el 20 de mayo llega hasta Alcañiz el Segundo Ejercito de Aragón y Valencia, con numerosos efectivos al mando del teniente general Joaquín Blake, que tras forzar la retirada sin presentar combate de la división Laval, que se había replegado a la población de Hijar, tomo posiciones en las alturas del noroeste de Alcañiz, desplegando sus fuerzas organizadas en brigadas.

El 22 de mayo el mariscal Louis Gabriel Suchet al mando del tercer Cuerpo de Ejército francés llega desde Zaragoza iniciando una marcha nocturna hacia Alcañiz, y al alba del día siguiente establece su campamento en el cerro de Portes, cerca de la carretera hacia Caspe ya frente a la población. Pero en el bando español, la fuerza de alerta de Tejada, que ha detectado ya la maniobra del ejército francés, ha corrido inmediatamente la voz de alarma y las tropas se repliegan a las posiciones defensivas previstas.

El combate comienza con un duelo entre las fuerzas francesas de artillería situadas en las faldas del cerro Portes contra un solitario cañón enclavado en lo alto del cerro Pueyos, pero la falta de efectividad contra la brigada española dada la diferencia de altura pronto les haría desistir de su proyecto. Tras dos nuevos intentos infructuosos, cuando los 2000 soldados de la columna francesa que atacaban el cerro, bajan rechazados y desmoralizados, reciben sin operarlo una descarga cerrada de mosquetes combinada con una carga de la caballería española, entrando en pánico y huyendo en desbandada hacia el cerro de Portes.

Como consecuencia de este importante revés, el mariscal Suchet ordena realizar el ataque definitivo a la posición central de las líneas españolas, pero no contaba el francés con la decisión del brigadier Loygorri, que haciendo gala de una sangre fría envidiable, aguanta a dar la orden de fuego a que las tropas enemigas estén casi en las bocas de sus cañones, procediendo entonces a disparar sus piezas ininterrumpidamente durante media hora, provocando la dispersión y una gran mortandad entre las sorprendidas tropas napoleónicas, que emprendieron la huida presas del pánico, y esa misma noche y de nuevo a cubierto de la oscuridad, el ejército francés se retiraba hacia Samper de Calanda.
Alcañiz es un municipio de la provincia de Teruel en la Comunidad Autónoma de Aragón, capital de la provincia del Bajo Aragón bañada por las aguas del rio Guadalope a 145 Km. de la capital.

Su casco urbano ofrece al visitante un buen número de lugares a recorrer que empezamos aleatoriamente por el Castillo, sede de la orden de Calatrava, La Lonja gótica, y la Casa Consistorial, siguiendo por la Torre de la iglesia de Santa María La Mayor, la portada de la de San Pedro, y los templos de Santo Domingo, El Carmen, San Francisco y el de Las Escolapias, además de las ermitas de Santa Bárbara, La Encarnación, San Miguel, San Pascual y Virgen de La Peña, asi como el Convento de Las Capuchinas, y la capilla de San Jose, amén de una buena cantidad de hornacinas distribuidas por sus calles, siguiendo el recorrido por el Palacio de Las Comendadoras, sede del Parador de Turismo, y una buena colección de Casas Palaciegas concentradas en su mayoría en la calle Mayor, en la de Santa Pou y en el barrio de Los Almudines, como el Palacio Ardid, La Casa Mainar, la de Calandetas y la Casa Taboada, además de El Palacio de Los Comendadores, actualmente Parador Nacional de Turismo, los restos del antiguo recinto amurallado, y una red de pasadizos y estructuras subterráneas como La Nevera, hoy parcialmente visitables con su acceso en la Oficina de Turismo.

Ya fuera de la ciudad, en sus cercanías, se encuentran las pinturas rupestres de Val del Charco y Agua Amarga, asi como el Circuito de Velocidad de la ciudad, para seguidamente ponerse en ruta por las poblaciones de La Fresneda a 25 Km., Torre del Compte (29), Alcorisa (33), Valderrobres (36), Albalate del Arzobispo (43), Beceite (43), Maella (48), Ejulve (60), Cantavieja (100) y Teruel a 145 Km. de la partida.