El día 23 de mayo de 1808 llegaron a Valencia las noticias sobre la partida de la familia real hacia tierras francesas, hecho que produjo una gran indignación entre los valencianos, que en contra de las intenciones de las autoridades, partidarias de someterse al francés, forzaron a la Junta Suprema de Gobierno del Reino de Valencia a reclutar tropas y declarar la guerra.
Durante el mes de junio, Moncey que venía desde Madrid, tras, derrotar en el camino a las tropas valencianas que le salieron al paso en Contreras y Buñol, donde se ensaño con la población y requiso animales y víveres, alcanzaba San Onofre, ya en las proximidades de Valencia, donde volvía a imponerse a los restos del ejército que quedaba operativo y, tras establecer su campamento en el camino de Quart de Poblet exigió la rendición de la capital.
Bajo la consigna de “El pueblo prefiere la muerte en su defensa”, unos 20000 valencianos se aprestaron a su labor, y ayudados por los marineros del Grao y el Regimientos de Cazadores, desplegado en la otra orilla del rio, en la Huerta de Campanar, procedieron a cerrar y reforzar con maderos las puertas más vulnerables (Ruzafa, Portal Nuevo, Serranos y Trinidad) abriendo un gran foso en la de Quart, por donde Moncey avanzaba, produciéndose el encuentro hacia las 12 del mediodía con el avance de dos columnas francesas, que se vieron detenidas por el foso abierto y sorprendidas entre dos fuegos, con lo que tras más de dos horas de lucha, seguían sin alcanzar el objetivo mientras las bajas eran ya innumerables.
Visto el desarrollo de los acontecimientos, Moncey ordenó la retirada a una alquería próxima pero todavía al alcance de la artillería de la muralla, sin que le quedara otro remedio que de forma precipitada alejar su emplazamiento, mientras por la noche, los valencianos inundaron la huerta impidiendo la movilidad de las tropas francesas que se retiraron hacia Madrid con el resultado de unas 2000 bajas.
Envalentonados por la victoria conseguida, las tropas valencianas compuestas por unos 16000 hombres avanzaron sobre Madrid, entrando por la puerta de Atocha el 15 de agosto de 1808, siguiendo después hacia Tudela para terminar en Zaragoza donde perecieron la mayoría, viéndose la Junta en la necesidad de reclutar otros 33000 soldados por todo el reino.
Pero tras dos años de relativa tranquilidad, en 1810 las tropas francesas volverían sobre Valencia atrincherándose en la parte norte de la ciudad, en las zonas del Campanar y la carretera de Sagunto, y pese a los denodados esfuerzos de los españoles por fortificar el terreno, la situación iría modificándose poco a poco, con lo que sin apoyo exterior tras la caída de Sagunto y con la escasa ayuda de lo que quedaba del ejército español, la capitulación llego tras un duro asedio por parte de Suchet en 1811, poco más de un año antes de que terminara la guerra.
Tras la capitulación, José I traslado la Corte a Valencia, haciendo de la ciudad la capital del reino.
Capital de la provincia y de la Comunidad Autónoma del mismo nombre, Valencia , fundada por los romanos como colonia en el año 183 a.C. ubicada en la costa levantina sobre la gran llanura aluvial de los ríos Júcar y Turia y levantada en el tiempo de su fundación en el centro de una isla fluvial del rio a unos cuatro kilómetros del mar, nos ofrece un recorrido que empezamos por la Estación, joya del modernismo, siguiendo el recorrido por la plaza de La Porta de la Mar con el Arco Triunfal de estilo imperialista, hasta la Plaza de la Reina, disponiéndose a subir los más de 200 escalones del Miguelete y disfrutar de sus vistas, para después recalar en la Plaza de la Virgen, donde se encuentran La Catedral, más conocida como La Seu, edificio mayormente de estilo gótico, edificada sobre una antigua mezquita, construida a su vez sobre la antigua catedral visigótica, la cual se había levantada en los terrenos de un templo romano dedicado a Júpiter o Diana, asi como la fuente del Tribunal de Las Aguas para adentrarse después en el Barrio del Carmen, con sus adoquinadas calles laberínticas y visitar las Torres de Serranos, una de las doce puertas de entrada a la ciudad que aún se mantienen en pie, contemplando desde lo alto el paisaje de la ciudad, para continuar por el edifico de La Generalitat y la Fuente del Turia, inaugurada en 1976, el Mercado Central, de principios del siglo XX con una superficie de más de 8000m., la Lonja de La Seda, declarada Patrimonio de la Humanidad, para seguir a continuación un recorrido por los edificios de culto como la iglesia de Santa Catalina, la Basílica de la Virgen de los Desamparados, y la Capilla de San Nicolas, conocida como “La Capilla Sixtina de Valencia”, para realizar a continuación una ineludible visita a La Ciudad de Las Artes y Las Ciencias, todo un símbolo de la ciudad, con el Oceanográfico, El Museo de las Ciencias, y el Hemisferic, para terminar, ya por la tarde con un largo paseo por Los Jardines del Turia, parque urbano de más de más de 9 Km. de recorrido transitable con sus 18 puentes, que atraviesa gran parte de la ciudad.
Ya fuera del casco urbano, en sus inmediaciones, merece la pena girar una visita al Parque Natural de La Albufera, para poner después rumbo a las poblaciones de Sagunto, a 29 Km., Chiva (31), Játiva (62), Chulilla (58), Chelva (69), Andilla (75), Requena (78),y las ruinas de La Cornudilla a 89 Km. de la capital.